En esta edicion, más de 600 participantes se plantaron frente a 128 km y 3.800 m. de desnivel acumulado, en una prueba ubicada en el corazón de las Montañas de Prades que atraviesa parajes de interés natural y paisajístico de la Conca de Barberà, el Baix Camp y el Alt Camp, concretamente los municipios de Vimbodí i Poblet, Vallclara, Prades, Mont-ral, Vilaplana, Montblanc y l’Espluga de Francolí.

Bosques frondosos, arroyos de agua clara, miradores excepcionales, pueblos de postal, ermitas llenas de historia, un monasterio imponente... Todo ello combinado con un recorrido duro y exigente sólo apto para los amantes de los grandes retos con un alto nivel de preparación que les permita afrontar este desafío.

El descubrimiento de parajes singulares de gran belleza, algunos de los cuales bastante desconocidos para el gran público, es uno de los grandes atractivos de la prueba que recorre las Montañas de Prades.

Esta es una de aquellas crónicas que nunca apetece escribir y supongo que todo el mundo sabe a lo que me refiero. Cuando ocurren tragedias como la que vivimos el sábado, el resto de cosas que a veces nos parecen un mundo pasan a un segundo o incluso a un tercer plano y nos hacen ver la vida de otra manera. Supongo que todos los participantes de la Vipxtrem nos plantamos el sábado a primera hora de la mañana en la línea de salida con ilusión y con ganas de pasarlo bien (aunque todos sabíamos que tocaría sufrir un poco porque la carrera invitaba a ello), de disfrutar del deporte, de la bici y de la montaña y nadie contaba con un final tan desagradable. El caso es que el destino esta vez volvió a cebarse con un deportista de Valls que participaba en la carrera y que perdió la vida en ella a pesar de estar muy bien preparado. Una auténtica lástima, la verdad. Cuando vas a carreras así es en lo último que piensas aunque por desgracia, esto se está convirtiendo en algo demasiado habitual y parece que nadie está a salvo. Sea como sea, ahora lo único que se puede hacer es lamentar su pérdida y mandar todo el ánimo posible a familiares y amigos, aunque por desgracia eso ya no sirva para nada y seguramente ni les consolará. Desde aquí, sólo puedo decir que aunque no te conociera personalmente (sí teníamos algún conocido y amigo en común) siento mucho tu marcha. Hasta siempre, Jordi

         

El viernes decidimos Dani y Yo pasar la noche en el parking del campo de futbol  llegué a Vimbodí un poco justo de tiempo y entre aparcar, recoger el dorsal, ya se nos hizo de noche. En un principio ibamos a cenar a Montblanc.

Pero un cambio de ultima hora decidimos cenar en Vimbodi en la cena del Ciclista. La cena estaba preparada para unos 90 comensales (previo pago via Web) nosotros nos acomodamos para cenar una cena en un entorno incomparable... y gratuito..Pasamos la noche dentro de las furgos, nos despertaron una oleada de Bikers

             

. Solo se veian bicis de aqui para alla,ya se mascaba un dia para no olvidar.......hasta cinco minutos antes de las siete no me coloqué en la salida. A esa hora, ya estaba todo el mundo en su sitio y me tocó salir desde atrás de todo, aunque eso, teniendo en cuenta las características de la carrera, era lo de menos. Tarde o temprano todo el mundo encontraría su sitio.  A las siete dio comienzo esta especie de aventura que es la Vipxtrem. Los primeros kilómetros fueron tranquilos por el pueblo y alrededores pero a partir del sexto kilómetro empezamos la primera subida (la Pena) que con el nombre ya lo dice todo. Duró hasta prácticamente el kilómetro 14 y me sentí bastante bien

. Ahí ya empecé a ganar unas cuantas posiciones que, extrañamente, apenas perdí bajando. La primera bajada, de unos seis kilómetros, tuvo unas cuantas curvas cerradas y muchas ramas y hierba pero la defendí bastante bien y no tuve ningún susto. Primeros 20 kilómetros hechos sin sobresaltos y ya tocaba encarar la segunda subida del día, bastante similar a la primera, aunque quizás un poco más larga. Físicamente me sentía bien, no lo fresco que me hubiera gustado pero en general iba cómodo. Procuré beber mucho e ir comiendo algo cada hora. En los primeros avituallamientos opté por parar .  Así, sin darme cuenta, llegamos a Vilanova de Prades (si no recuerdo mal, por el kilómetro 35 más o menos) y pasamos el primer control. Sobre mi situación en carrera no tenía ni idea ni, sinceramente,no  me importaba. Quedaba un mundo y podían pasar mil cosas todavía. Unos kilómetros más allá de ese primer control, vi a lo lejos a un ciclista en el suelo que estaba siendo atendido por los equipos de emergencia.

            

En esos momentos ya estábamos subiendo en dirección al Tossal de la Baltassana, en Prades. Era el punto más alto de la carrera (a casi 1.200 msnm) y aunque la subida no fue excesivamente larga, las cuestas fueron muy duras.  El tramo entre La Febró y Mont-ral me resultó muy cómodo. Buena pista y un tramo de asfalto hasta llegar al pueblo donde había un nuevo control. Paré a comer  rellené el bidón con agua y comí algo de fruta (sandía y plátano). Probablemente era el momento en el que mejor me sentía físicamentesobra

. Así que, tras esa breve parada, vuelta a la bici. Sabía que lo que me esperaba ahora no era fácil, ya que tocaba encarar quizás la subida más complicada de toda la carrera, La Bartra, que empezaba tras un buen tramo de asfalto pasado Farena . Poco después, dejamos la carretera y empezamos el camino de subida que nos llevaba a La Bartra y al avituallamiento del kilómetro 91. Yo seguía fuerte. Me encontraba bien a pesar de las más de ocho horas de carrera que llevaba. De alguna manera, ya estaba viendo el final y empezaba a hacer mis cálculos. Lo de bajar de las diez horas sabía que lo conseguiría, aunque realmente tampoco era ese el objetivo. Al terminar esa subida sólo me faltarían dos tramos de bajada (por pista) y una subida (La Pena, que me encanta), con lo que serían unos kilómetros relativamente rápidos. A todo esto, decir que no recordaba de la otra Pedalada que hice (Pedals del Cister)que hice que la subida a La Bartra fuera ni tan dura, ni tan larga, seguramente porque aquella vez me tomé la pedalada de otra forma. A pesar de eso, alcancé a varios ciclistas durante la subida y poco después la coroné.

Por fin! Una vez arriba, enseguida vi el avituallamiento , gente de  la organización , haciendo gestos de que parara. Al principio no le entendía pero al llegar a su lado me dijo que la organización había decidido suspender la carrera por el fallecimiento de un ciclista. Me quedé de piedra ....  . No me lo quería creer. Una vez más, lo que tenía que ser una fiesta se convertía en lo que nadie espera nunca. Sobre la decisión de la organización, nada que objetar. Simplemente respetarla y entender que está más que justificada. Por supuesto, hay cosas más importantes que terminar una carrera y ante una noticia así, en un evento tan "familiar", por llamarlo de alguna manera, no creo que nadie estuviera para muchas fiestas.

La vuelta a meta fue en grupos y por el camino más rápido. La noticia no dejó indiferente a nadie y durante el rato que estuvimos pedaleando apenas se escuchó una voz. Cuando llegamos a Vimbodí nos entregaron la medalla y la pegatina de " finisher " para la bici aunque eso no produjo ni la felicidad ni la satisfacción de otras veces. Como es lógico, el ambiente no era festivo.

Pues así es como terminó la 5ª edición de la Vipxtrem, con unas sensaciones muy extrañas y bastante tristes. Aunque no tenga demasiada importancia, por lo menos terminé contento con mi rendimiento sobre la bici y con el que, más que probablemente, hubiera sido mi tiempo final, cercano a las 10h .