Que la mountain bike es una práctica que cada día gana más y más adeptos no es ningún secreto para cualquier amante del deporte. Solo hay que comprobar la cantidad de convocatorias para recorrer en bici y en grupo algunas de las rutas naturales más impresionantes de nuestra geografía.
Es el caso, por ejemplo, del Club GR10, que ha organizado para sus socios una marcha por la Vía Verde de la Jara los días 8 y 9 de septiembre a través de la tortuosa orografía entre los Montes de Toledo y el macizo extremeño de las Villuercas, que fue un lastre para un proyecto ferroviario inacabado que da origen a este camino, pero que es una gozada para los aficionados a la bicicleta de montaña.
Hay que remontarse a 1926 para encontrar los orígenes de este proyecto ferroviaro que pretendía unir Talavera de la Reina (Toledo) y Villanueva de la Serena (Badajoz), pasando por la monacal Villa de Guadalupe (Cáceres) para conectar los valles del Tajo y del Guadiana y sacar a Extremadura de su histórico aislamiento. Sin embargo, aunque muy avanzado, el trayecto jamás se finalizó y la actual Vía Verde de la Jara es un tramo más de los más de 1.900 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso que han sido rehabilitadas para la práctica deportiva en la naturaleza en toda España.
La actividad propuesta por el club GR10 consta de dos jornadas. El 8 de septiembre parte del pueblo Calera y Chozas (Toledo) rumbo a la antigua estación de Pizarritas, situada a la altura del pueblo de Campillo de la Jara. Siguiendo la Vía Verde de la Jara realiza una ruta de 40 kilómetros en los que se asciende de los 400 a los 550 metros, poco desnivel y varios túneles por una pista fácil. Una vez allí, los expedicionarios harán noche en un auténtico vagón de tren acondicionado con camarotes. Cena, descanso, desayuno y vuelta a dar pedales, pues la segunda jornada aguarda con 65 kilómetros que no se hacen solos.
El día 9 el grupo partirá en dirección Buenas Bodas, siguiendo el trazado de la ruta larga de Talajara B-PRO Bike Marathon 2012, la cita más popular de la mountain bike en España. Cruzando la Sierra de Jaeña y bajando hacia las lagunas de Pan y Agua, la ruta transcurre entre pinares y madroños de la cara norte de la sierra. Tras la Raña, donde se asientan las lagunas en dirección Alcaudete de la Jara (pueblo donde se reparten las famosas migas para los participantes en Talajara), se vuelve a buscar la vía verde de retorno a Calera y Chozas.
El segundo día ofrece tres perfiles muy distintos. En el primer tercio del recorrido hay varios repechos hasta alcanzar los 900 metros de altitud. El segundo tercio lo ocupa un descenso, más suave al principio, más acentuado al final. El último tercio se hace en llano. Mountain bike para todos los gustos en un entorno que los amantes del outdoor sabrán disfrutar.